
Algunas señales son más claras que otras, pero la verdad es que en muchas ocasiones no sabemos identificarlas del todo. Hoy hablamos de 8 señales de estrés que pueden afectar a la salud de tu peludo, ¡toma nota para que no se te escape ni una!
Hay una serie de rasgos generales que casi todos sabemos reconocer, pero también hay pequeñas conductas que pueden pasar desapercibidas y desencadenar en problemas de bienestar y salud para tu mejor amigo. Es importante que, de entrada, aprendamos a diferenciar entre el estrés positivo y el estrés negativo en perros.
El positivo es aquel que sufren cuando, por ejemplo, se encuentran con alguien a quien aman. Y el negativo es aquel que sufren cuando se encuentran con alguien a quien temen. Cuando se manifiesta el tipo de esté negativo nuestros peludos tienden a huir, o a producir respuestas negativas como ladrar, gruñir, atacar… Aunque esto va a depender mucho de la situación y de la personalidad del propio perro.
Aclarado este primer punto, ¡empecemos hablando de todas esas señales de estrés que podrían darse!
La hiperactividad
Este tipo de conducta es muy habitual, y por suerte es de las más fáciles de identificar. En general los peludos estresados suelen mostrarse hiperactivos, y esto se traduce en un comportamiento nervioso continuo que en ocasiones les lleva a morder objetos, mobiliario, sus propias camas, etc. Ojo, un perro hiperactivo no es lo mismo que un perro incansable, la hiperactividad surge inclusive cuando nuestro peludo está agotado.
Hola esterotipias
Las esterotipias son movimientos repetitivos constantes, prácticamente irracionales. Generalmente no tienen un fin exacto, es decir, no lo hacen para conseguir algo a cambio o porque tengan algún tipo de fin concreto. Existen muchos tipos de esterotipias pero las más comunes son: morderse la cola constantemente, cazar animales invisibles o ladrar continuamente… en esencia todos ellos hábitos repetitivos e incesantes.
Evidente falta de atención
Los perros que padecen estrés sufren de un nerviosismo generalizado que no les permite concentrarse o prestar atención individual a las cosas. Así pues, podrás observar que no obedece a comando u órdenes, que tiene dificultad para prestar atención, y que prácticamente no te presta atención o interactúa contigo.
Conductas desmesuradas
Es probable que tu peludo tenga ciertas “características” que ya tengas fichadas actualmente, por ejemplo: ladra de forma habitual, se come cosas del suelo cuando pasea, ladra a otros perros, salta sobre la gente, le ladra a otros peludos… pero si a estas conductas les sumas el factor estrés, es muy probable que todas estas se intensifiquen mucho más.
Se lame constantemente
Si empiezas observar que se lame o lame objetos con insistencia y de forma constante, estás ante una de las señales más difíciles de identificar como estrés. Puede empezar lamiendo juguetes, su propia cama, el suelo, mobiliario… y al final puede llegar a hacerse heridas a sí mismo de tanto lamerse y lamerse. Si ves que este comportamiento es continuo, revísalo y dale la importancia que merece.
Jadeos excesivos
De forma habitual los perros usan el jadeo para expulsar el calor del cuerpo y estabilizar su temperatura corporal. Ahora bien, si en situaciones de completa calma o en momentos en los que el perro debería de estar relajado observas que no deja de jadear, puede que estemos ante un problema de estrés. Probablemente esté estresado y la forma física que tiene de liberarse de esa ansiedad y de esas emociones sea a través del jadeo. En algunas ocasione el jadeo constante va acompañado de pequeños llantos o sonidos tristes, lo cual nos ayuda a identificar más rápidamente esta señal.
Pelo más débil
La pérdida de pelo continua suele estar asociada a problemas de estrés crónico, el perro empieza a trasmitir esas emociones de forma física a través de una pérdida constante de su pelaje. Si esto pasa lo primero que debes hacer es ir al veterinario, para poder ponerle solución lo más rápidamente posible. En ocasiones el perro se lame tanto la piel que esto produce una perdida de pelo, ¡o incluso se lo arranca con los dientes!
Siempre alerta
Si observas que tu peludo está siempre alerta, con los músculos tensos y rígidos, incluso cuando no hay absolutamente nada de lo que alarmarse, puede que estemos frente a un problema de estrés. Normalmente tanto su cola como sus patas están tensas y a la espera de que suceda algo.
La ansiedad en los peludos puede ser algo muy grave, por eso desde Ownat recomendamos visitar a un veterinario o a un etólogo si ves tu amigo de cuatro patas experimenta muchas de las situaciones anteriores. De esta forma descubrirás por qué se dan estas situaciones en él, qué le provoca estrés y cuál es el tratamiento más adecuado para tu mejor amigo.